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La XIII Escuela de Pastoral con Jóvenes se celebró en Madrid, Salesianos de Atocha, los días 27 y 28 de septiembre, con el lema “Dios se / nos con-mueve”. La iniciativa estuvo organizada por la delegación de pastoral juvenil de León, Toledo y Zaragoza, La Salle, Salesianos, Escolapios, Marianistas, Adsis, Acción Católica y la Institución Teresiana.

La pretensión de los organizadores era situar la centralidad de la misericordia de Dios en la vida cristiana; identificar la misericordia como fuente inspiradora de la justicia social en contextos de crisis actuales; encontrar a Cristo en los pobres, una cultura necesaria para los jóvenes; aprender a anunciar al Dios de la misericordia a los jóvenes hoy; celebrar los sacramentos de la misericordia; y generar espacios de convivencia y comunicación entre los agentes pastorales de nuestras instituciones.

En el patio del colegio nos fuimos reuniendo los 270 inscritos, entre jóvenes y adultos,  a los que se fueron agregando otros 30, con participación intermitente. Tras recibir el material necesario nos reunimos en el salón, cuyo escenario tenía en su centro unas 20 cajas de cartón, apiladas formando la silueta de un corazón, del cual salían tiras de todos los colores y en todas las direcciones del escenario. Con esta ambientación oramos y escuchamos la bienvenida de Álvaro Chordi y de algunos jóvenes.

La  ponencia de la mañana la presenta Sylvia Cano, profesora de Teología en ESCUNI, con el título “Jesús, poeta de la misericordia” para, con un ojo en la realidad y otro en el evangelio, ayudarnos a afrontar el reto de experimentar-expresar-hacer misericordia.

La mañana culmina con el concierto de los grupos de rap Dewidhs y Blacksoul, que nos ponen de pie para acompañar con gestos y palmas sus estrofas sobre la misericordia

Llega la comida, en tres turnos porque el comedor es pequeño, y luego el descanso, que nos recupera para los talleres de la tarde. Cada cual eligió dos en su día, y ahora es el momento de participar en ellos. Ésta es la oferta, a cual más interesante:

EXPRESAR la misericordia

-       La misericordia en las sagradas escrituras. Toño Velasco (Adsis)

-       La misericordia hecha imagen. Rogelio Núñez y Javier Chicharro (Marianistas)

-       La misericordia hoy en los lenguajes juveniles. Jota Llorente (Salesianos)

EXPERIMENTAR  la misericordia

-       La misericordia, un camino para crecer en el autoconocimiento. Mario Agueda (PRH)

-       Fragilidad y misericordia: experimentar el sufrimiento propio y ajeno. Teresa Peña y Luis Carlos Oliden (Adsis)

-       Vivir en paz: perdonados y reconciliados. Isaac Díez (Salesianos)

HACER la misericordia

-       El arte de sanar a las personas. Julio Gómez (Adsis)

-       Jóvenes sin trabajo en un mundo en crisis. María Martín y María Pérez (JOC)

-       Vidas que sobran: los excluidos en un mundo roto. Daniel Izuzquiza (Jesuitas)

Concluimos la tarde con una celebración de la reconciliación, de duración libre, al ritmo de cada participante, acompañando los tiempos y caminos del hijo pródigo, primero gustando la ternura del padre, luego en la intemperie de la libertad truncada por la fractura del amor, para retornar a la casa de la misericordia que devuelve a la vida, y recibir el abrazo del mismísimo Dios, para concluir con la fiesta, sencilla y verdadera, de las aceitunas, patatas fritas, cerveza y coca cola, entre otras muestras de hospitalidad y reencuentro, que algunos complementan después con la cena fraterna y veraniega, por los bares de Madrid.

El domingo se inicia con la oración en el salón, que amanece como después de cualquier fiesta: desordenado, con botellas vacías de diversos refrescos sin barrer, con las cintas de colores rotas y las cajas del corazón apiladas. ¿Pasó un tornado, pasó una batalla? ¡Que nadie murmure ni se asuste! Estamos asistiendo al minuto previo de algo grandioso, que sólo puede tener unos protagonistas: ¡los jóvenes! Señoras y señores, adultos, ancianos, niños… ocupen su localidad…va a dar comienzo… ¡¡¡la Revolución de la Ternura!!! Y el primer paso es reutilizar las cajas, que ahora van a formar una casa, la casa de la misericordia, donde se puede estar en zapatillas, como en tu propia casa. Esta casa es la iglesia, construida con el material vivo del corazón de Dios.

De forma ágil, práctica, visual y creativa somos introducidos en la magia de una representación que nos convierte a todos en artistas consumados, bajo los efectos terapeúticos del MISERICORDIN, crema para todo tipo de pieles, bálsamo reparador que probamos en nuestra propia mano antes de pretender ofrecerlo a otros, y cuya composición es 100% de amor incondicional, 100% de sintonía con el mundo, 100% de misericordia en gerundio, y 100% de envío a la misión. Es un producto altamente recomendable en las ocasiones en las que tengamos un gran deseo de acercar a los jóvenes a Jesús y a su Misericordia, pero no sepamos muy bien por dónde empezar. Después de hora y media sin pestañear, saboreando la belleza y la alegría del mejor de los circos, llegamos a una conclusión compartida: “¡estamos como una regadera!”, porque como ella, sólo podemos dar lo que hemos recibido. Cuidemos, pues, lo que metemos para no sorprendernos de lo que sacamos.

Concluye el domingo y la escuela con la celebración de la eucaristía, cuidada en todos sus detalles, y presidida por Raúl Tinajero, Director del Departamento de Pastoral de Juventud de la Conferencia Episcopal Española. “Se abajó para hacerse esclavo…” Las cintas de colores ahora salen del altar y se reparten por todos los rincones, imaginando a Dios Padre y Madre, movido y conmovido por el sufrimiento de sus hijos e hijas, que nos mueve y con-mueve también a nosotros hasta alcanzar el corazón de los jóvenes, y retornar a la casa como amigos y hermanos, sintonizando así con el latido del corazón de Dios. Levantemos el corazón. Haced esto en memoria mía.

Palabras de agradecimiento a tantos implicados en que sea posible lo que hemos compartido, experiencia gozosa de comunión para la misión. Buen viaje a todos. Hasta el año que viene. Podéis ir en paz. Demos gracias a Dios.

 Crónica de: Alfonso López.