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Por Miguel Marín, del equipo de comercio justo de Oxfam Intermón

Miguelo, un ejemplo de compromiso con una economía más humana, nos dejó el viernes 3 de junio de forma repentina. Antes había preparado esta información sobre la cooperativa artesanal Craft Link de Vietnam, para darla a conocer en el blog Alterconsumismo. Sus compañeras y compañeros de Oxfam Intermón lo recordaremos siempre.

Cerámica Craft Link

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Cinco mil personas trabajando en artesanía en Vietnam: miembros de minorías étnicas, personas con discapacidad, jóvenes en exclusión. De cada diez, ocho son mujeres. Y el 93% de las que organizan y dirigen el trabajo, al contrario de lo que ocurre en otras empresas, también son mujeres. Todo se hace posible gracias a 63 grupos de trabajo en los que todas estas personas logran un medio de vida y mantienen también vivas sus tradiciones y su cultura.

Me impresiona todo esto que ocurre en Vietnam gracias a Craft Link , una organización pionera creada hace 20 años que produce telas, objetos de bambú y materiales lacados con formas y diseños originales. Las últimas obras de estos talleres son objetos de cerámica.  

Una clave de su éxito es que venden los productos en el mercado local a través de tiendas propias, gestionadas por personas voluntarias, que con su tiempo y trabajo empujan al desarrollo de las comunidades vietnamitas. Además de apoyar a las personas vulnerables que trabajan en la producción, se esfuerzan para que se dé más valor a la artesanía local. Promueven el consumo de los productos propios de la zona y transforman la economía más cercana. Un espacio de vida posible para muchos miles de personas.

Craft Link también exporta parte de su producción a organizaciones de Comercio Justo y empresas de todo el mundo. Con el comercio exterior genera recursos para capacitar a más personas para la vida y el trabajo, y está logrando renovar los modelos sociales y laborales allí donde trabaja. Permanentemente en búsqueda de oportunidades para las personas más vulnerables, que van asumiendo poco a poco la gestión, la contabilidad, la calidad y el desarrollo del producto.Y se estimula la creatividad para que puedan desarrollar nuevas ideas y procesos. Conviven técnicos y comunidades para proyectar juntos el futuro.

Vietnam vive con los pies en el Pacífico. Ha transitado en su Historia por grandes dificultades y superado situaciones muy difíciles. Por eso resulta emocionante comprobar su capacidad para reformular y renovar los lugares de siempre, las tradiciones y anclajes culturales en los que vive a través del tiempo. El arte y la artesanía nos permiten apreciarlo: desde una mirada que lo transciende, actualizan los colores y las formas de su tradición. Las telas, los trabajos en bambú, los materiales lacados con originales formas y dibujos y de manera especial, la cerámica son una llamada a la belleza entre los objetos cotidianos de comercio justo.

Hilando deseo a deseo con la tierra convertida en belleza y con el agua empapando los sueños de futuro, han creado una colección de cerámica que dibuja formas suaves y movimientos ondulantes, rematados por chispas inspiradas en las gotas de lluvia. El tacto de tazas, cuencos, platos y teteras es el de la naturalidad. Y los colores, también naturales, claros y acogedores, llaman a los sentidos con la fuerza de la acogida.

Vietnam necesita modelos como éste, que superen la economía del corto plazo y se fundamenten en nuevos parámetros de relaciones económicas, laborales, sociales.

Gracias a ejemplos como Craft Link, las personas podemos creer que la realidad, aún en los dolores. Es una oportunidad para vivir y descubrir que otro mundo, cuando trabajamos juntos, es posible. Un futuro que deberíamos dibujar juntos, fundado en la dignidad, la solidaridad y el trabajo colectivo.

 Artículo original: El País, Planeta Futuro