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El día 23 de mayo se celebrará en San Salvador la beatificación del arzobispo Óscar Romero. En Barcelona hay programados distintos actos que comienzan con el 35 aniversario de su martirio, ocurrido cuando celebraba misa el 24 de marzo de 1980 en la capilla del hospital en el que residía. Las investigaciones llevaron a agentes de seguridad del Estado que integraban los escuadrones de la muerte.
La figura de Mons. Óscar Romero ha venido engrandeciéndose desde el día de su asesinato hasta hoy. Su compromiso con el Evangelio en unas circunstancias de radical opresión de su pueblo hacen de él un paradigma de pastor. Rodeado de la violencia de la dictadura, en medio de la Guerra Fría con los EEUU apoyando y formando a los militares, el arzobispo de San Salvador se convirtió en la voz de los que no tenían voz y en esperanza para el país.


Los actos en Barcelona comenzaron el martes 17 de marzo en Cristianismo y Justicia con una conferencia de los jesuitas Martin Maier, José I. González Faus y Jaume Flaquer recordando qué papel tuvo la teología de la liberación en la conversión personal y espiritual de Mons. Oscar Romero.
Mañana día 21 tendrá lugar una vigilia de oración en la parroquia San Pedro Claver, convocada por el Comité Oscar Romero y distintos grupos y comunidades. El domingo 22 de marzo se celebrará en la Parroquia de Santa Ana una comida de fraternidad convocada con el consulado de El Salvador y dirigida especialmente a los salvadoreños.
El día 24 aniversario del martirio se celebrará en la parroquia de Santa Ana una eucaristía concelebrada en la que participarán las asociaciones latinoamericanas en Barcelona y los cónsules de diferentes países de Latinoamérica y Caribe.
La celebración terminará con la exposición de un recuerdo-testimonio del martirio de Óscar Romero. Se trata de la palia que cubría en cáliz y que el día que lo asesinaron quedó impregnada con su sangre. Donada por Mons. Enrique Planas conversa el testimonio de dos obispos salvadoreños mártires. Tras la muerte de Mons. Romero la conservó el obispo Roberto Joaquín Ramos que a los 58 años fue asesinado a tiros el 25 de junio de 1993 probablemente por pistoleros vinculados al narcotráfico. Tras su muerte el hoy obispo auxiliar de San Salvador Gregorio Rosa Chávez entregó la palia a Mons. Enrique Planas que la ha donado a la parroquia de Santa Ana. Allí quedará permanentemente expuesta junto con una escultura que se está realizando en barro con tierra de distintos países latinoamericanos y que se inaugurará en el mes de mayo, el mismo día de la beatificación, con la presencia del cardenal-arzobispo de Barcelona Lluís Martínez Sistach.

Autor: Peio Sanchez

Fuente Original. Religión Digital.