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El que viene de lo alto está sobre todos. El que tiene su origen en la tierra es terreno y habla de las cosas de la tierra; el que viene del cielo da testimonio de lo que ha visto y oído; sin embargo, nadie acepta su testimonio. El que acepta su testimonio, reconoce que Dios dice la verdad, porque cuando habla aquel a quien Dios ha enviado, es Dios mismo quien habla, ya que Dios le ha comunicado plenamente su Espíritu. El Padre ama al Hijo y le ha confiado todo. El que cree en el Hijo, tiene la vida eterna; pero quien no lo acepta, no tendrá esa vida, sino que la ira de Dios pesa sobre él.

Fecha: 
Jueves, Abril 27, 2017
Cita de la oración: 
Jueves - 02 Pascua
Comentario: 

¿Qué otra cosa podemos desear más que vivir enamorados de Jesucristo, el Señor? En estos días el evangelio de Juan nos comunica las certezas más profundas sobre la identidad de Jesús en la fe de los hermanos.

Jesús es el Hijo de Dios. Procede del Padre, de lo alto. Por ello es el Señor que está por encima de todo. Él nos transmite su experiencia: su testimonio se enraíza en lo que siempre ha visto y oído en el Padre. En las palabras de Jesús se nos transmite el Espíritu de Dios.

«El Padre ama al Hijo y todo lo ha puesto en sus manos». La resurrección de Jesús es el acontecimiento definitivo del amor del Padre al Hijo. Como respuesta a la obediencia en la cruz, Dios concede a Jesús la plenitud de la Vida y le exalta sobre toda la creación. Es el Señor porque el Padre lo ha puesto todo en sus manos.

El conocimiento, el amor y la manifestación de Jesús ha sido, desde los primeros años del Movimiento, el centro de nuestra vivencia como creyentes y como Adsis. Cada uno de nosotros sabe que la vida definitiva depende de la adhesión que tengamos al Señor.

Cuidemos unos de otros: que el crecimiento de la vida de Cristo en cada hermano sea la principal preocupación de la comunidad.