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Según iban de camino, Jesús entró en una aldea, y una mujer, llamada Marta, lo recibió en su casa. Tenía Marta una hermana llamada María que, sentada a los pies del Señor, escuchaba su palabra. Marta, en cambio, estaba atareada con los muchos quehaceres del servicio. Entonces Marta se acercó a Jesús y le dijo:
-Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola en la tarea? Dile que me ayude.
Pero el Señor le contestó:
-Marta, Marta, andas inquieta y preocupada por muchas cosas, cuando en realidad una sola es necesaria. María ha escogido la mejor parte, y nadie se la quitará.

Fecha: 
Martes, Octubre 10, 2017
Cita de la oración: 
Domingo- 16 Tiempo ordinario
Comentario: 

Betania es signo de la comunidad habitada por la presencia de Jesús. Las hermanas Marta y María representan la fidelidad al amor fundamental y la encarnación de este amor en la vida cotidiana.

Amor y acción no son dos realidades en competencia ni en discordia. La una define y significa a la otra. Siempre el amor será el motor del servicio y éste el sacramento del primero.

Lo importante para la comunidad es que todos y cada uno, en sus diversos ministerios y tareas, vivamos en profunda referencia al Señor presente en la gente más desvalida y necesitada.

Tanto la Palabra como la solidaridad han de hacer de Betania una casa abierta.