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Un día, mientras Jesús enseñaba, estaban allí sentados algunos fariseos y maestros de la ley que habían venido de todas las aldeas de Galilea, de Judea y de Jerusalén. Y el poder del Señor lo impulsaba a realizar curaciones. En esto, aparecieron unos hombres que traían en una camilla a un paralítico y querían introducirlo para ponerlo delante de Jesús; pero, como no veían la manera de hacerlo a causa del gentío, subieron a la terraza, lo bajaron por el techo en la camilla y lo pusieron en medio, delante de Jesús. Viendo la fe que tenían, Jesús dijo:
-Hombre, tus pecados quedan perdonados.
Los maestros de la ley y los fariseos empezaron a pensar: «¿Quién es éste que dice blasfemias? ¿Quién puede perdonar los pecados sino sólo Dios?».
Pero Jesús, dándose cuenta de lo que pensaban, les dijo:
-¿Qué es lo que estáis pensando? ¿Qué es más fácil, decir: Tus pecados quedan perdonados; o decir: Levántate y anda? Pues vais a ver que el Hijo del hombre tiene en la tierra poder para perdonar los pecados.
Entonces se volvió hacia el paralítico y le dijo:
-Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa.
El se levantó en el acto delante de todos, tomó la camilla en que yacía y se fue a su casa, alabando a Dios. Todos quedaron atónitos y alababan a Dios, llenos de temor, diciendo:
-Hoy hemos visto cosas extraordinarias.

Fecha: 
Lunes, Diciembre 11, 2017
Cita de la oración: 
Lunes - 02 Adviento
Comentario: 

En los amigos del paralítico encontramos un signo de cómo vivir nuestra vocación. Atentos a las necesidades de nuestros vecinos y conocedores de lo presencia de Jesús en la casa. Desde la solidaridad hemos de llevar a los jóvenes y a los pobres al encuentro de Jesús en el seno de la comunidad, abriendo los tejados de la casa y poniendo a nuestros hermanos a los pies del Señor. En toda circunstancia hemos de actuar poniendo las personas y su historia ante Jesús.

La parálisis nos impide caminar y valernos por nosotros mismos. Los amigos del paralítico lo descuelgan por la azotea y lo depositan ante Jesús. La amistad y la fe de sus amigos se convierten en Adviento de curación para el enfermo de alma y de cuerpo. El perdón de los pecados se significa admirablemente por el signo de la salud. Este tiempo de Adviento es tiempo de levantarse y de andar al encuentro del Señor que viene. Que el amor fraterno nos ayude a todos a ponernos en camino.