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Después de esto, salió y vio a un publicano, llamado Leví, que estaba sentado en su oficina de impuestos, y le dijo:
-Sígueme.
El, dejándolo todo, se levantó y lo siguió. Leví le obsequió después con un gran banquete en su casa, al que también había invitado a muchos publicanos y a otras personas. Los fariseos y sus maestros de la ley murmuraban contra los discípulos de Jesús y decían:
-¿Por qué coméis y bebéis con publicanos y pecadores?
Jesús les contestó:
-No necesitan médico los sanos, sino los enfermos. Yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores, para que se conviertan.

Fecha: 
Sábado, Marzo 4, 2017
Cita de la oración: 
Sábado - Ceniza Cuaresma
Comentario: 

Los caminos de Jesús son solidarios con los enfermos y los pecadores. No pretendamos ser aliados de los sanos y de los justos que no necesitan médico ni conversión. El Padre ha enviado a Jesús para buscar lo perdido. ¿Con quiénes compartimos nosotros nuestra mesa? El mejor banquete en honor de Jesús es aquél en cuya mesa se sientan los publicanos y pecadores. La alegría del Reino provoca escándalo en los fariseos y letrados.

La vocación es responsabilidad y disponibilidad a la causa de Jesús. No es un proyecto para los satisfechos.