Los discípulos le preguntaron:
-¿Por qué dicen los maestros de la ley que primero tiene que venir Elías?
Jesús les respondió:
-Sí, Elías tenía que venir a disponerlo todo. Pero os digo que Elías ha venido ya y no lo han reconocido, sino que han hecho con él lo que han querido. Del mismo modo van a hacer padecer al Hijo del hombre.
Entonces entendieron los discípulos que se refería a Juan el Bautista.
Jesús nos desvela que la profecía sobre él se ha renovado y actualizado en Juan Bautista como el nuevo Elías. No lo reconocieron sino que hicieron con él cuanto quisieron. Por muy claro que Dios nos hable somos capaces de interpretarlo y tergiversarlo a nuestras conveniencias e intereses. Así los hicieron los escribas y fariseos con Juan y con el mismo Jesús. Los verdaderos profetas están sometidos al padecimiento.
En Juan Bautista se manifestó la profecía del Adviento. En él se anticipó la venida de Jesús. Fue el precursor del Señor. No lo reconocieron como la plenitud de la profecía porque lo «interpretaron y trataron a su antojo»...
Así aconteció y acontece a muchos respecto a Jesús. Necesitamos abrirnos al Espíritu para discernir e interpretar adecuadamente la nueva venida del Señor en este tiempo.
