Loading...

Ellas salieron a toda prisa del sepulcro y, con temor pero con mucha alegría, corrieron a llevar la noticia a los discípulos. Jesús salió a su encuentro y las saludó.
Ellas se acercaron, se echaron a sus pies y lo adoraron. Entonces Jesús les dijo:
-No temáis, id a decir a mis hermanos que vayan a Galilea; allí me verán.
Mientras las mujeres iban de camino, algunos de la guardia fueron a la ciudad y comunicaron a los jefes de los sacerdotes todo lo ocurrido. Estos se reunieron con los ancianos y acordaron en consejo dar una buena suma de dinero a los soldados, advirtiéndoles:
-Decid que sus discípulos fueron de noche y robaron su cuerpo mientras dormíais. Y si el asunto llega a oídos del gobernador, nosotros lo convenceremos y responderemos por vosotros.
Los soldados tomaron el dinero e hicieron lo que les habían dicho, y ésta es la versión que ha corrido entre los judíos hasta hoy.

Fecha: 
Lunes, Abril 2, 2018
Cita de la oración: 
Lunes - 01 Pascua
Comentario: 

Las mujeres se presentan a la comunidad como testigos de la resurrección del Señor. Desde las primeras horas de la pascua, dos realidades van transformando a la comunidad: la alegría y el testimonio.

La alegría pascual transforma el corazón y da alas a los pies para recorrer el camino que media entre el sepulcro y la comunidad: «llenas de alegría corrieron a anunciarlo a sus discípulos». Esta alegría es provocada por el Señor que acompaña en el camino a las hermanas de la comunidad. «Alegraos...; no tengáis miedo...».

El testimonio de las mujeres nace de un mandato del Señor: «Id a comunicar a mis hermanos que vayan a Galilea; allí me verán». El testimonio pascual está lleno de urgencia: «marcharon a toda prisa...; corrieron a anunciar». Esta urgencia nace de la novedad, de la alegría y del amor. Esta urgencia está robustecida por la experiencia del Señor en su encuentro en el camino: «...se acercaron, se postraron ante Él y le abrazaron los pies».

Es evidente que el testimonio adquiere fuerza y urgencia por la vivencia de la oración en el encuentro renovado con el Señor resucitado.

En el mundo en que vivimos hay otros muchos que recorren caminos inversos a los de la comunidad. Son personas que intentan ocultar la buena noticia de la Vida y sobornan con falsas promesas a quienes se sienten inicialmente cuestionados por los acontecimientos pascuales. Pensamos en tantos jóvenes que, tras un tiempo de iniciación en la fe, abandonan el seguimiento de Jesús por otras ofertas e instrucciones. Para ellos y por ellos hemos de vivir intensamente la alegría y el testimonio de la pascua.