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No penséis que he venido a abolir las enseñanzas de la ley y los profetas; no he venido a abolirlas, sino a llevarlas hasta sus últimas consecuencias. Porque os aseguro que mientras duren el cielo y la tierra la más pequeña letra de la ley estará vigente hasta que todo se cumpla. Por eso, el que descuide uno de estos mandamientos más pequeños y enseñe a hacer lo mismo a los demás, será el más pequeño en el reino de los cielos. Pero el que los cumpla y enseñe, será grande en el reino de los cielos.

Fecha: 
Miércoles, Junio 14, 2017
Cita de la oración: 
Miércoles - 03 Cuaresma
Comentario: 

¿Qué significa para nosotros “dar plenitud a la ley”? Jesús reconoce la necesidad de respetar entre nosotros normas de conducta que posibiliten la convivencia y fomenten la vocación común recibida. La ley nace de nuestra misma condición de hijos, hermanos y siervos. La ley se manifiesta en formas de vida y proyectos comunitarios. Las necesidades y los derechos de los demás son para cada uno la ley que condiciona nuestra conducta y especifica nuestro compromiso.

Pero no podemos limitarnos al cumplimiento externo de la norma. Jesús nos invita a “dar plenitud a la ley”. Se trata de vivir desde el amor creciente nuestras relaciones superando con la disponibilidad del corazón los márgenes externos de la ley. Sólo el amor da plenitud y por esto es para nosotros el único y nuevo mandamiento.

El amor configura un corazón bienaventurado. Las Bienaventuranzas son la expresión culmen de la ley cristiana. En ellas toda norma adquiere su plenitud. Quien así lo viva y así lo enseñe será grande en el Reino de los cielos.

Necesitamos permanentemente auscultar nuestro corazón.