Loading...

Habéis oído que se dijo: Ama a tu prójimo y odia a tu enemigo. Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos y orad por los que os persiguen. De este modo seréis dignos hijos de vuestro Padre celestial, que hace salir el sol sobre buenos y malos, y manda la lluvia sobre justos e injustos. Porque, si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa merecéis? ¿No hacen también eso los publicanos? Y si saludáis sólo a vuestros hermanos ¿qué hacéis de más? ¿No hacen lo mismo los paganos? Vosotros sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto.

Fecha: 
Martes, Junio 20, 2017
Cita de la oración: 
Martes - 11 Tiempo ordinario
Comentario: 

El amor cristiano es amor universal y amor gratuito.

Jesús nos pone el listón muy alto porque para él el verdadero amor es el amor del Padre: “Sed perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto”.

En la medida en que nos sentimos amados por Dios, nuestro corazón se abre al amor universal. Jesús nos enseña que todo hombre es amado por el Padre cualquiera sea su condición. Sin embargo, nosotros tendemos al amor particular, interesado y justificado por intereses múltiples. ¡Qué lejos estamos del amor al enemigo que Jesús nos pide!

El camino cuaresmal nos invita a salir de nuestros propios enredos y a abrirnos a las dimensiones del amor cristiano. En Jesús se nos manifiesta el amor de Dios de forma plena. En su encarnación y en su pascua encontramos las opciones más radicales del amor universal y gratuito.

El amor célibe es una encarnación significativa de esta universalidad y de esta gratuidad del amor de Jesús. No es un amor para la autorrealización sino para la entrega, para una fecundidad que va más allá de lo transitorio. El amor célibe va más allá de amar a los que nos aman. Es situar el amor en la Vida definitiva.