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Y al orar, no os perdáis en palabras como hacen los paganos, creyendo que Dios los va a escuchar por hablar mucho. No seáis como ellos, pues ya sabe vuestro Padre lo que necesitáis antes de que vosotros se lo pidáis. Vosotros orad así:
Padre nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu nombre;
venga tu reino;
hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo;
danos hoy el pan que necesitamos;
perdónanos nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación;
y líbranos del mal.
Porque si vosotros perdonáis a los demás sus culpas, también os perdonará a vosotros vuestro Padre celestial. Pero si no perdonáis a los demás, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras culpas.

Fecha: 
Miércoles, Junio 21, 2017
Cita de la oración: 
Jueves - 11 Tiempo ordinario
Comentario: 

Cuando recen no usen muchas palabras nos dice Jesús.

Y viene a mi memoria aquella vivencia que Andrés nos cuenta: «Cada tarde, en mi camino de regreso del trabajo, entraba en una iglesia abierta. No sabía casi nada sobre la oración, pero me ponía cerca del sagrario y decía: «Jesús, soy Andrés.» Me quedaba después callado durante unos minutos y me marchaba. Un día tuve un accidente muy grave y estuve varias semanas en el hospital. Al acabar mi estancia, una enfermera me dijo: «Andrés ¿cómo es que pareces estar siempre tan contento?» Le contesté: «Es a causa de mi visitante.» «¿Qué visitante? Yo nunca he visto que nadie viniera a verte» «Yo tampoco le he visto», le contesté, «pero cada día, al atardecer, El estaba ahí, junto a mi cama y me decía: «Andrés, soy Jesús...».

Andrés, que creía que no sabía rezar, era un «experto» en oración porque se dirigía a Jesús con toda sencillez. Orar era para él el momento de su día en que renovaba su amistad con Él.

Y como nosotros, al igual que Andrés, somos analfabetos en oración, capaz que la única oración posible es la de Jesús. Ponernos en su Presencia para que nuestra oración exprese siempre la vida, los sentimientos y las actitudes del Padre Nuestro, la oración de Jesús. Todo lo demás son palabrerías.