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Y al orar, no os perdáis en palabras como hacen los paganos, creyendo que Dios los va a escuchar por hablar mucho. No seáis como ellos, pues ya sabe vuestro Padre lo que necesitáis antes de que vosotros se lo pidáis. Vosotros orad así:
Padre nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu nombre;
venga tu reino;
hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo;
danos hoy el pan que necesitamos;
perdónanos nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación;
y líbranos del mal.
Porque si vosotros perdonáis a los demás sus culpas, también os perdonará a vosotros vuestro Padre celestial. Pero si no perdonáis a los demás, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras culpas.

Fecha: 
Martes, Febrero 20, 2018
Cita de la oración: 
Martes - 01 Cuaresma
Comentario: 

La palabrería nos aleja de la verdadera oración. Muchas palabras estorban y, a veces, cansan. Jesús nos advierte que la verdadera oración consiste en acercar el corazón a la voluntad del Padre.

En el “Padre nuestro” aprendemos a configurar nuestro corazón desde el proyecto de Jesús. La oración es fragua del corazón. Así deseamos y buscamos con máximo anhelo que el Padre sea conocido y amado, que su voluntad sea realizada en el mundo y en su historia. De esta forma el pan, el perdón y la libertad podrán ser patrimonio de todos.

El perdón fraterno es un signo ineludible de que rezamos de verdad como Jesús nos enseña.