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Jesús recorría todos los pueblos y aldeas, enseñando en sus sinagogas, anunciando la buena noticia del reino y curando todas las enfermedades y dolencias.
Al ver a la gente, sintió compasión de ellos, porque estaban cansados y abatidos como ovejas sin pastor. Entonces dijo a sus discípulos:
-La mies es abundante, pero los obreros son pocos. Rogad por tanto al dueño de la mies que envíe obreros a su mies.
Jesús llamó a sus doce discípulos y les dio poder para expulsar espíritus inmundos y para curar toda clase de enfermedades y dolencias.
A estos doce los envió Jesús con las siguientes instrucciones:
-No vayáis a regiones de paganos ni entréis en los pueblos de Samaría. Id más bien a las ovejas perdidas del pueblo de Israel. Id anunciando que está llegando el reino de los cielos. Curad a los enfermos, resucitad a los muertos, limpiad a los leprosos, expulsad a los demonios; gratis lo recibisteis, dadlo gratis.

Fecha: 
Sábado, Diciembre 9, 2017
Cita de la oración: 
Sábado - 01 Adviento
Comentario: 

La venida del Señor en este Adviento ha de renovarnos en la vivencia misionera de nuestra vocación. «La mies el mucha, pero los trabajadores son pocos». El alejamiento de tantos jóvenes nos ha de estimular a salir en búsqueda «de las ovejas descarriadas de Israel»... No dejemos de promover iniciativas de solidaridad y de convocatoria. Lo que hemos recibido gratis, gratis hemos de ofrecerlo.

No nos dejemos acobardar por el ambiente secularizado e indiferente de la sociedad. Necesitamos recuperar nuestro testimonio y el anuncio de la Buena noticia que acontece en la comunidad. Jesús nos indica que la oración es la plataforma primera de toda evangelización. Rogad, pues, al dueño de la mies que envíe obreros a su mies.  Somos enviados de Dios y como tales hemos de poner en sus manos nuestra misión. No se trata de fácil proselitismo sino de ofrecer amor y esperanza con el testimonio de nuestra alegría.