Empezó con una experiencia en el Alto, Bolivia, donde Mariangel conoció a la comunidad adsis. Tras encuentros, eucaristías, grupos y una experiencia de vivir con los hermanos se acabó el año y volvió a México, su país. ¿Y ahora qué? Pues a contar a otros lo que allí descubrió y comenzar a crear un grupo de jóvenes con el que seguir creciendo en esto de adsis. Y en esto de contagiar, ¡también lo hizo con sus padres! Esta es la razón por la que Fermín y Zoraida han pasado una semana en México.