Llego a Bilbao con la certeza de que el corazón se me ha hecho más grande durante este encuentro de Adsis joven y la participación en la Conferencia General 2010. Y es que no podía sino crecer para hacer hueco a tantos nombres (algunos viejos conocidos y otros nuevos), a tanta emoción, a tanto compartido, a tanta profundidad, a tantas experiencias, a tantos hermanos y hermanas, a tantos testimonios y a tanta fe renovada.
Hace año y medio que me ordené como presbítero y desde entonces he podido vivir todavía más mi vocación de servicio y presencia con los jóvenes con los que durante muchos años he tenido la oportunidad de aprender cada día en qué consiste seguir a Jesús.
Mi vida como sacerdote ha estado siempre vinculada a la pastoral de juventud y, desde ésta, a la fundación y atención a las comunidades Adsis, Movimiento reconocido pastoral y jurídicamente por la Santa Sede en Roma (1997).
La pasión por los jóvenes me viene del encuentro amoroso con un carisma que reconoce que los jóvenes son voz de Dios, que Él nos habla también a través de los jóvenes, especialmente los alejados y excluidos. Este encuentro amoroso ha configurado toda mi vida y ha puesto base a un ministerio ordenado que me capacita para servir a los jóvenes cada día de mi vida, hasta que me muera, estando con ellos y contemplando cómo Dios habita el corazón joven. Voy asumiendo que Dios necesita ministros que ayuden a despertar a la fe y a despejar tantos obstáculos para facilitar ese encuentro de tú a tú con el Dios de Jesús que trastoque la vida y la entregue a una causa por la que merece la pena vivir y morir.
El final de la experiencia “Paso Carrasco 2010” estuvo coronado con una nueva ASAMBLEA DE JÓVENES. Espacio libre a compartir, a cuestionar, a dirimir, a crecer en el regalo de ser ADSIS en nuestra particular etapa de vida.
Campo de Trabajo, Paso Carrasco'10. Para muchos de nosotros, que salíamos de nuestros países para participar del campo de trabajo, el solo llegar nos producía una serie de sentimientos, como la alegría del reencuentro y la incertidumbre ante qué y quiénes íbamos a encontrar, la cual desaparecería con el pasar de los días.
Lost, quién me busca? Esta frase ha sido la invitación que hemos hecho a los jóvenes para celebrar la Pascua Joven Adsis con la Comunidad de Salamanca, con la idea de poder celebrar juntos la pasión de Jesús, compartir la fe y la vida.
El grupo Adsis Tineri de Rumania duc in altum, presentes en la adhesión de la primera asociada rumena, hemos celebrado la Pascua en Roma, junto con los otros hermanos mayores de Adsis, de Italia y de España.
En estas semanas hemos vivido todos y todas la experiencia y el drama del terremoto. Somos testigos de las consecuencias tan hirientes para muchas familias, que perdieron la casa y algunos la vida de un ser querido. Este movimiento, que ha zarandeado nuestros cimientos, ha puesto en evidencia las injusticias y desigualdades existentes en el país, así como también ha suscitado las mejores expresiones y gestos de solidaridad en la gente.
Hace unos días, Chile vivió un cambio en direcciones inesperadas, relacionado con un evento con precedentes a todas luces obviados.