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Nuestros misioneros y misioneras viven junto al pueblo las consecuencias del covid 19 en diferentes países de África y América Latina. Uno de ellos es Bolivia. Desde la parroquia de la zona de Senkata en El Alto, Nieves González, misionera de la comunidad  Adsis, comparte cómo están viviendo  la situación en esta zona del país. Pertenece también a esta comunidad el misionero bilbaíno Alfonso López Villamor.  

Soy Nieves González, hermana de la Comunidad Adsis que vive en la ciudad de El Alto (Bolivia). La comunidad se hace cargo de una extensa parroquia en la zona de Senkata, en la periferia de la ciudad y de un Centro de Desarrollo Comunitario llamado UTASA, que en aymara significa «nuestra casa».  

Nieves González, a la derecha , con la delegada de Misiones de Bilbao, Feli Martín y  Alfonso López Villamor

PRIMERAS MEDIDAS

Bolivia es el país que ha impuesto muy temprano medidas extremas de prevención ante el coronavirus, incluso cuando sólo había 15 contagios y ningún muerto. Al día de hoy tenemos 107 personas contagiadas, 7 fallecidas y 1 recuperada. Esta cifra contrasta con el alto número de Europa, pero ninguna muerte es menor.  

El día 13 de marzo comenzó la primera medida en Bolivia, con la suspensión de clases y prohibición de reuniones mayores a …1.000  personas!!. A los pocos días, el número bajó a reuniones de 100 personas. En el Centro UTASA suspendimos las clases y el comedor que tenemos para 100 niños y niñas del sector, al igual que el centro juvenil. Ahora estamos con una segunda ampliación de la cuarentena, hasta el 15 de abril. En la parroquia, y en todo el país, se tomaron precauciones para las misas en un primer fin de semana, pero al siguiente se suspendieron todas las actividades litúrgicas y de catequesis.  

NOS HA TOCADO EN LA COMUNIDAD

De los hermanos de la comunidad, cuatro somos españoles y una chilena. Por ello seguimos de cerca las noticias de España. La evolución tan desmesurada de la pandemia y las muertes que  se están produciendo nos llenan de preocupación por la familia, hermanos y amigos que allí tenemos.  El viernes recibíamos la noticia del fallecimiento casi repentino del papá de uno de los hermanos. Es muy doloroso estar en la distancia en estos momentos y no poder acudir por el cierre de fronteras… 

CÓMO LO ESTÁ VIVIENDO LA GENTE

La cuarentena en muchos sectores del país se vive con dificultad. Más del 80% de la población vive de trabajos informales relacionados con la venta en la calle, venta de cualquier cosa. Y si no pueden salir a vender (sólo de 6 a 12 hrs de la mañana y sólo alimentos), no tienen plata para comprar alimentos. En estos momentos,  a partir de las 12 hrs no puede haber nadie por la calle, ni vehículo circulando. En nuestro sector, es normal escuchar las sirenas de la policía pasadas esas horas, o por la tarde, obligando a las personas a cerrar sus puestos de venta e irse a la casa.  

Por las demandas realizadas, el gobierno comenzará a repartir bonos económicos a familias con hijos/as menores de edad, con personas con discapacidad, a los adultos mayores que cobran la renta dignidad; además de otras medias, entre ellas el  no cobros de luz y agua por tres meses a las familias con menos recursos.  

ALGUNAS CONSECUENCIAS

El incumplimiento de las normas es triste. La señora que trae a las ovejas a pastar al jardín de la parroquia, que no ve televisión y, por supuesto, no tiene internet, me decía que eso era un invento del gobierno. Pero lo más triste es la actitud de muchos de los vecinos ante los casos que se han presentado: impedimento a que entren enfermos a hospitales para ser atendidos, notas públicas para impedir que personas contagiadas no graves hagan la cuarentena en casas en su sector, bloqueos en el cementerio para que una persona fallecida no pueda ser enterrada (tuvo que ser incinerada, cosa muy extraña en Bolivia), bloqueos y manifestaciones para que los bolivianos retornados no hagan la cuarentena cerca de su barrio, etc 

LA IGLESIA ACOMPAÑA

Son actitudes derivadas del miedo y de la falta de conocimiento real de la propagación del virus, a pesar de las múltiples campañas que se realizan en todos los medios. La Iglesia se ha unido a estas campañas preventivas, además de otras iniciativas pastorales por redes sociales: eucaristías, celebraciones, catequesis cuaresmales, oraciones, etc.  

Nunca antes hemos estado tan comunicados, virtualmente hablando. Pero, reconozco que echo de menos salir a pasear, el bullicio de la feria y de las numerosas movilidades que circulaban en la ciudad, las risas y juegos de los niños y niñas  en el patio, sus abrazos cuando te ven, la música de los jóvenes, estrechar la mano y el beso de inicio y de final de un encuentro con las mamás y papás, etc. Ahora, sólo puedo tocar y acariciar a la perrita que adoptamos de la calle… 

 ESPERANZA

Pero a pesar de todo, confianza en Dios se mantiene. A Él  dirigimos nuestras oraciones por los cercanos y por los que están lejos físicamente, pero muy presentes en el corazón. Reciban un fraternal saludo, y cuídense mucho.   

Fuente original: Misiones diocesanas vascas