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(Cáritas Diocesana de Barcelona)

Tras tres meses a puerta cerrada, repartiendo alimentos a alrededor de 250 personas ahora Santa Ana sirve en Barcelona el plato en la mesa. A partir de esta primera semana de julio abre el comedor social del Hospital de Campaña, renovado con una cocina, con servicio adicional de duchas, ropero y un consultorio médico ubicado en la sala capitular.

Acto inaugural

El acto inaugural ha tenido lugar en el claustro de la parroquia. Han participado rostros conocidos como el periodista Antoni Bassas que ha conducido el acto junto a una de las promotoras del proyecto, la Hna. teresiana Viqui Molins, que ha explicado como de la necesidad surgió la iniciativa. Ha destacado la necesidad de los servicios sociales, «indispensables para la ciudadanía» y ha agradecido la suma de todas las ayudas de familias, voluntarios y entidades, que lo han hecho posible.

También han intervenido Sor Lucía Caram y el Padre Ángel, los Mensajeros de la Paz, venido expresamente de Madrid. Como representación del Ayuntamiento, la responsable del Instituto Municipal de Servicios Social de Barcelona, ​​Montserrat Rovira, ha agradecido este apoyo de la Iglesia que «refuerza las ayudas hacia los colectivos más vulnerables».

 

 

Haciendo red es posible

Por su parte, el responsable de la Acción Social de Cáritas Barcelona, ​​Eduard Sala, ha ejemplificado la tarea del Hospital de Campaña, el cual ha descrito con los términos; «Puerta abierta», que acoge a todo el mundo; «Agua», que sabe adaptarse a las necesidades sociales; «Mesa puesta», que acoge e invita a la comunión; «Nombres», de todos aquellos que forman parte de esta familia; y «red», porque es con la suma de todos que es posible.

Ser la voz de los vulnerables

El párroco de la parroquia y promotor del proyecto, Mn. Peio Sánchez ha intervenido al final agradeciendo la labor de todo el voluntariado y de aquellas empresas, como la del servicio de alimentos y las instituciones que han ayudado. «De Jesús brota la fuerza para hacer posible una red de respuesta al sufrimiento. Tenemos muchas familias en una situación muy grave de vulnerabilidad. Tenemos que ser voz para aquellos que no tienen», ha dicho.

Reorganización del Hospital de Campaña y los usuarios

De las 250 personas que atendía Santa Ana durante el confinamiento, ahora vendrán al comedor las 100 más vulnerables y en situación sin hogar. Las otras 150 se han distribuido en los puntos de atención que tiene Cáritas Barcelona.

Tal como se ha destacado en la inauguración, es un proyecto imposible sin la colaboración de los voluntarios, el motor del engranaje para que todo funcione. Ahora siguen siendo esenciales, en el funcionamiento del comedor. A las 12 h, reciben los usuarios, a quienes se les da el hielo para lavarse las manos y se les toma la temperatura. Desde dentro preparan los alimentos y los sirven en la bandeja. Un primer un segundo y el postre que degustarán en la mesa. Antes de partir, recogen la bandeja y los entregan una bolsa para garantizar la cena.

Poco a poco, se irán implementando progresivamente el resto de los dispositivos. Hoy por hoy, el comedor ya está en marcha.

(Archidiócesis de Barcelona)