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Testimonio desde BOLIVIA 

Nieves González. Hermana Adsis, fue catequista y monitora en Santa Marta. 

Queridos hermanos y hermanas: 

Desde Bolivia, en la ciudad de El Alto, les envío un cariñoso saludo. Desde la distancia he seguido las noticias de la pandemia en España, y he vivido la preocupación por mi familia, por los hermanos de las comunidades Adsis y por los amigos. Me alegro que vayan recuperando la normalidad, en la medida que se pueda. 

En Bolivia la pandemia nos encontró con un sistema de salud muy precario. No existe la salud universal gratuita y cuando uno va al hospital público tiene que pagarse los insumos y medicamentos. El gobierno, viendo la evolución en Europa, actuó con rapidez y decretó la cuarentena rígida desde los primeros casos (llevamos dos meses y medio con ella). La mayoría de los casos están en el oriente, zona de valle y selva, y en el altiplano, donde nos encontramos, los casos aumentan muy lentamente (dicen que es por la altura, alrededor de 4.000 metros). 

El tema se agrava porque el 80% de los empleos de las familias es de venta ambulante, con ingresos diarios, y si no puedes salir a vender no pueden llevar el pan a la casa. El Estado ha distribuido bonos diversos, de un cuarto del salario mínimo, y la alcaldía está repartiendo canastas familiares a los que no han recibido esos bonos. En la parroquia Santa Clara, donde la comunidad Adsis es la responsable, estamos colaborado en esa distribución. 

Algo destacable es la solidaridad que va surgiendo para el apoyo a las personas más necesitadas. Muchas organizaciones recogiendo alimentos y repartiendo. En el Centro USATA también estamos recibiendo donaciones y entregándolas a las familias de los niños y niñas que integran el refuerzo escolar y el comedor. De momento no podemos trabajar directamente con ellos, por la restricción que existe de salir de casa. Esperamos que a fines de junio retomemos el refuerzo y el comedor con pequeños grupos. 

Recién ahora abriremos el centro para los monitores del Centro Juvenil UTASA, con el fin de que puedan utilizar la sala de computación e internet para hacer los trabajos de sus estudios. Algo que hay que decir es que estamos en una zona donde no llegan líneas telefónicas con facilidad, y muchos de ellos no poseen tampoco los recursos para tener internet en casa, o megas en sus celulares. 

Algo significativo fue que nuestra comunidad acogió en una casa aledaña, dentro del recinto parroquial, a un sacerdote italiano que dio positivo al COVID-19, porque no presentaba síntomas graves y no era necesario hospital. Le cuidamos durante casi un mes. En un inicio tuvimos problemas con algunos vecinos, los cuales no querían que nadie contagiado estuviese en su zona. Después vieron que él no salía de la casa y que no había peligro. Ahora él está ya, gracias a Dios, en Italia, pues pudo retornar con un vuelo humanitario. 

Si todo va bien, en junio comenzaremos una nueva etapa más flexible de la cuarentena. Le pido a Dios que los ciudadanos actuemos con responsabilidad y no se produzcan más contagios. Es curioso, pero todavía hay gente que no se cree que el virus sea real, dicen que es un invento del gobierno. De hecho, cuando vamos a la feria rotatoria a comprar las verduras, la gente actúa como antes, comiendo en la calle sus platos típicos elaborados, y sacando a los niños pequeños sin problemas. 

Gracias por su amistad y su oración. Espero que en diciembre todo se haya normalizado y pueda ir a visitarles, en el viaje que haré para ver a mi familia. 

Un cariñoso saludo. Nieves 

 

Fuente original: Parroquia de Santa Marta de Tormes (Salamanca).