A una pregunta de los fariseos sobre cuándo iba a llegar el reino de Dios, respondió Jesús:
-El reino de Dios no vendrá de forma espectacular, ni se podrá decir: «Está aquí, o allí», porque el reino de Dios ya está entre vosotros.
Después dijo a sus discípulos:
-Llegará el día en que desearéis ver uno solo de los días del Hijo del hombre y no lo veréis. Entonces os dirán: «Está aquí, está allí»; no vayáis ni los sigáis. Porque como el relámpago brilla desde un punto a otro del cielo, así se manifestará el Hijo del hombre en su día. Pero antes es preciso que sufra mucho y sea rechazado por esta generación.
La entrega en el compromiso compartido es fundamental para hacer surgir en los jóvenes la orientación vocacional. Para ello es importante que se interiorice la actividad y se viva desde la urgencia y el amor del Evangelio de Jesús.
Jesús salió del Padre y vino al mundo para predicar el Reino de Dios y proclamar la buena nueva del reino de Dios.
En estos tiempos modernos, hoy, alejados de la experiencia religiosa, donde están abandonado hoy la Fe porque, en el fondo nunca han experimentado que Dios podía ser para ellos fuentes de vida y alegría, y se pregunta ¿Dónde está el Reino de Dios?
El reino de Dios, está en cada uno de nosotros, en lo que realizamos día a día, en el trabajo, en la familia.
El que no encuentra en la vida acogida, amor comprensión, cae en el resentimiento o en el crecimiento vacío en la vida.
El reino de Dios es un amor incondicional y gratuito. A veces olvidamos esa experiencia de sanación y del encuentro con el Señor, es en ese momento que estamos en el reino de Dios.
El individuo sin sentido existencial, vive en desarmonía con la vida, necesita llenar su vida de sentido, no vivir separado de sí mismo, recuperar el centro de su existencia. Solo así podrá encontrar su libertad y el encuentro con el reino de Dios.
