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Cuando venga el Hijo del hombre sucederá lo mismo que en tiempos de Noé. Hasta que Noé entró en el arca, la gente comía, bebía y se casaba. Pero vino el diluvio y acabó con todos. Lo mismo sucedió en los tiempos de Lot: comían, bebían, compraban, vendían, plantaban y edificaban. Pero el día en que Lot salió de Sodoma, llovió del cielo fuego y azufre y acabó con todos. Así será el día en que se manifieste el Hijo del hombre. Aquel día, el que esté en la azotea y tenga en casa sus enseres, que no baje a tomarlos; igualmente, el que esté en el campo, que no vuelva atrás. Acordaos de la mujer de Lot. El que intente salvar su vida, la perderá; pero el que la pierda, la recobrará. Os aseguro que aquella noche estarán dos juntos en la misma cama: a uno se lo llevarán y a otro lo dejarán. Estarán dos moliendo juntas: a una se la llevarán y a otra la dejarán.

Ellos le preguntaron:

-¿Dónde, Señor?

Y les contestó:

-Donde esté el cadáver, allí se reunirán los buitres.

El compromiso cristiano se abre a un peregrinaje más universal: allá donde nos citan pueblos e Iglesias especialmente necesitados. Con ellos, los jóvenes cooperantes comparten juntos vida y trabajo comunitario.

Comentario: 

Cuando llega el final del curso en los estudios aparecen los nervios: ¿aprobaré? ¿reprobaré? El final siempre nos coloca ante lo vivido anteriormente, sobre lo que hemos hecho.  

Jesús también nos coloca ante el final y nos dice: la vida es para tomarla en serio, en cada día, en cada hora. No se trata de vivir despistados, divertidos, dejando pasar el tiempo y las oportunidades. Cada día es importante, tiene sus discernimientos, sus decisiones, sus apuestas. Es necesario tomar en serio la vida, la vocación.  Por eso decimos en el Ideario: “Cada día...”

Cada día es la entrega de la vida por amor.  No se aplaza, es hoy.  Y esa vida entregada no se pierde.  El que la entregue la hará nacer a una nueva vida. Esta es una paradoja del Evangelio: la vida que se entrega vuelve novedosamente.

A uno se lo llevarán y a otro lo dejarán.  No aleatoriamente, sino por las decisiones de cada uno. La respuesta es personal y las consecuencias también.