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Se acercaron unos fariseos y, para ponerlo a prueba, le preguntaron si era lícito al marido separarse de su mujer.

Jesús les respondió:

–¿Qué os mandó Moisés?

Ellos contestaron:

–Moisés permitió escribir un certificado de divorcio y separarse de ella.

Jesús les dijo:

–Moisés os dejó escrito ese precepto por vuestra incapacidad para entender. Pero desde el principio Dios los creó varón y hembra. Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán los dos uno solo. De manera que ya no son dos, sino uno solo. Por tanto, lo que Dios unió, que no lo separe el hombre.

Cuando regresaron a la casa, los discípulos le preguntaron sobre esto. Él les dijo:

–Si uno se separa de su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra la primera; y si ella se separa de su marido y se casa con otro, comete adulterio.

Llevaron unos niños a Jesús para que los tocara, pero los discípulos los regañaban. Jesús, al verlo, se indignó y les dijo:

–Dejad que los niños vengan a mí; no se lo impidáis, porque de los que son como ellos es el reino de Dios. Os aseguro que el que no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él.

Y tomándolos en brazos, los bendecía, imponiéndoles las manos.

Comentario: 

El Dios pedagogo con la Humanidad, aparece hoy en nuestra lectura. Hay una intención primera suya y luego un camino hasta conseguirla, acompañando a la Humanidad entera, a cada pueblo, a cada persona. Respetando nuestras maneras de pensar, nuestras culturas, nuestra sagrada libertad, pero no abandonándonos a los futuros elaborados desde nuestra pequeñez, sino acompañándonos para ir encontrando con El lo más pleno a lo que estamos llamados a ser (El nos creó y sabe nuestras capacidades, tiene nuestra versión acabada).

Las mujeres y los niños, aún hoy, como las víctimas del mal hacer de los hombres, de su lentitud al cambio, de su conformidad con el caos y el sufrimiento. Aún hoy tanta mujer violentada, tanto niño abusado, tanta desidia en poner justicia, tanta cobardía, también en la Iglesia, en decir algo, en afrontar esos tumores, en aceptar que hay hez en casa. 

Una gracia que tenemos es que Adsis lo forman en gran parte matrimonios, parejas que nos dan testimonio de fidelidad y seguimiento al Señor juntos. Hoy es día de agradecerlo, de valorar y pedir sabio consejo a los que viven entre nosotros en esa intención primera de Dios de que fueran una sola carne, de aprender del respeto mutuo que se tienen y la vida que se dan recíprocamente.

“Cuidemonos”, es uno de nuestros mensajes hoy como Movimiento en medio de nuestras fragilidades. Cuidemos a nuestras parejas. Cuidemos al más vulnerable, cuidemos la belleza e inocencia de los más pequeños, que son también signos del Reino