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La oportunidad de acoger en casa a Khalid surgió al conocer la necesidad de  algunos de los jóvenes marroquís que acompañamos en un programa de Fundación Adsis. Varios chicos iban a necesitar una casa en la que vivir, ya que pronto cumplirían  18 años y con la mayoría de edad  la administración pública no se hace cargo de su residencia y alimentación. 

A primeros de diciembre de 2019 fuimos al centro de menores de Loiu a recoger a Khalid y desde ese día ha residido con nosotros hasta este verano.

Khalid es un joven que con 15 años salió de su pueblo, ubicado cerca del Atlas, rumbo a Tánger. Cuando él cuenta su salida de casa lo hace con pocas palabras y sin muchas reflexiones; decidido a dejar aquella tierra, se levantó una mañana y se marchó diciéndoles adiós a sus padres, en medio del dolor y las lágrimas de su madre. Khalid es un joven amable, sonriente, hablador, cabezota, trabajador y educado. Creció en una familia de cuatro hermanos siendo el tercero. No fue a la escuela. Ayudaba a su padre en la labranza y a su madre en las tareas domésticas y en el cuidado de su hermana pequeña. Su  travesía no le resultó nada fácil: se pasó tres años en Tánger intentando cruzar el estrecho. Lo intentó según cuenta él, hasta 12 veces de distinta manera. Estuvo detenido varias veces y vivió momentos duros  con otros compañeros de “aventuras” que como él querían llegar a Europa. Al final lo consiguió en una motora que transportaba hachís para la península y que utilizaba a estos jóvenes como tapadera ya que en el caso de ser pillados por la policía la pena sería bastante menor que por traficar con hachís: se deshacían de la misma momentos antes del apresamiento y presentaban la “mercancía”, los jóvenes, como si fuesen ellos la razón de su viaje.

 

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Una experiencia de acogida en familia from Capitán Quimera on Vimeo.

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